Primer Plano

Palacio Barolo



Un recorrido por el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso revela los secretos de una de las construcciones más misteriosas de Buenos Aires.

 


Develar la historia del Palacio Barolo es el propósito de la visita guiada diurna o nocturna. Durante el tour se asciende por el edificio hasta llegar a su cúpula, donde se encuentra el faro, que ofrece vistas panorámicas desde otra perspectiva.

 

Al edificio, ubicado en Avenida de Mayo 1370, se lo considera emblema de la modernidad. De estilo art nouveau, pero ecléctico; detalles góticos, neorrománticos y una cúpula inspirada en el templo Rajarani Bhubaneshvar de la India fue el sueño de Luis Barolo, un prominente empresario textil.







Este excéntrico propietario, junto al arquitecto Mario Palanti, propusieron dividir al Palacio Barolo en tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso, como una alegoría de la Divina Comedia de Dante Alighieri. “Desde planta baja y hasta el piso catorce se representan los siete pecados capitales, luego se llega a las puertas al cielo”, comenta la Guía Florencia Ormaechea.

 

En el Infierno, los dragones, serpientes y cóndores de bronce vigilan a los visitantes mientras sus arcos reflejan el viaje que deberán recorrer para llegar a destino tal como se evidencia en la obra de Alighieri. En el piso cuatro se ingresa al Purgatorio, donde nada es lo que parece. Las flores se transforman en ojos, bocas y cuernos, porque para purificarse es necesario enfrentarse a los demonios.

 

Desde el piso catorce se percibe la luz natural y la decoración se vuelve minimalista. Se ingresa al Paraíso. Sin embargo, el tramo final presenta una dificultad: los últimos seis pisos se suben solamente por una escalera circular del ancho de una persona. La recompensa son las deslumbrantes vistas desde el mirador. 

«Compartir el valor de una gran obra arquitectónica, ícono de la ciudad».


Florencia Ormaechea

El piso veintidós es una habitación pequeña de vidrio con un faro histórico que se enciende, gira, cubre de luz todo el espacio e ilumina y saluda a su hermano gemelo el Palacio Salvo, en las costas de Uruguay. 

 

Ascensores ocultos, obras desaparecidas, pisos inaccesibles, techos falsos y una numerología exacta a su obra referente hacen del Barolo un espacio de múltiples dimensiones y una constante invitación a descubrirlo.

 

Una caminata onírica para descubrir en primera persona un edificio imponente y enigmático. Admirar sus detalles para revivir un sueño italiano.