Gourmet

Atlántico Sur



A pocos pasos de las playas de Chapadmalal, reside un restorán que se basa en la alimentación consciente y abraza con una cálida ambientación llena de estilo.

 


Atlántico Sur es un restaurante campestre a orillas del mar que representa la filosofía del surf. Un espacio amplio que recibe a grupos de amigos y familias para agasajarlos con un menú consciente y gustoso, rodeados de una decoración completamente reciclada y una vista extraordinaria a la playa. 







Todos los platos son de esencia saludable; en su mayoría vegetarianos o veganos, aunque también hay pizzas de masa madre y una opción con carne. “Creamos nuestra carta pensando en que debemos alimentarnos, no solo comer para llenarnos, pero siempre prestando atención a que todo sea muy rico”, explica Ailin Bisi, Directora de Arte y cofundadora -junto a Santiago Pouydebat y Agustín de Foronda- de esta propuesta que utiliza una gran variedad de alimentos nutritivos, desde frutas y verduras de estación hasta levaduras naturales y pesca local. 

 

La consigna de Atlántico Sur es respetar a la naturaleza. Por eso, en este lugar, se revaloriza el trabajo artesanal. Las mesas y sillas fueron reutilizadas y pintadas a mano, los delantales son handmade al igual que el enorme horno de barro y los carteles de madera. Una ambientación rústica y acogedora que complementa el extraordinario paisaje natural.

«Un refugio para comer algo rico y sano después de un largo día de surf o campo».


Ailin Bisi

Este proyecto nació como una promesa de libertad y relax. Una pareja y amigos que deseaban que el surf no fuera solamente una práctica vacacional sino su destino vital. Atlántico Sur abrió sus puertas en diciembre de 2019 y, como se trata de un restaurante de temporada, permanecerá abierto hasta Semana Santa de este año. 

 

Además, durante el mes de febrero, diferentes músicos presentarán shows electroacústicos en vivo armonizando la calidez de la puesta y el fuego oportuno.

 

Asimismo, se realizarán eventos acompañados por un cerveza o un rico vino para aprovechar el atardecer de Chapadmalal, la hora más linda para disfrutar del sincretismo entre el campo y el mar.

 

Relajar el cuerpo y el espíritu en un ambiente en el que los ojos, el paladar y el corazón se encuentran alineados.