Primer Plano

Marcha del orgullo



En la marcha más convocante de todas, el orgullo salió a la calle y se vistió con todos los colores del arcoiris y letras del colectivo.

 


La decena de cuadras que separan la Avenida de Mayo de la Plaza del Congreso se llenaron de alegría, fiesta, pertenencia y visibilidad. Las lesbianas, gays, bisexuales, trans, travestis, intersex, pansexuales, asexuales, personas no binarias, de género fluido y aliadxs marcharon a la par de 28 carrozas que acompañaban con ritmos de cumbia, reggaeton y música electrónica, mientras la gente bailaba, se besaba, abrazaba y disfrutaba de un clima festivo. 

 

A 50 años de la rebelión de Stonewall, la vigesimoctava Marcha del Orgullo argentina del sábado pasado convocó a más de 200.000 personas de la comunidad LGBQTI+ y aliadxs. Desde las 11 de la mañana, la plaza se convirtió en una fiesta multitudinaria con las actuaciones de Marilina Bertoldi, La Queen y Mala Fama, para luego marchar hacia Plaza Congreso atravesando el arcoiris inflable.







“En la marcha del 92 éramos 200 personas con máscaras, pidiendo permiso en una actitud más bien defensiva, contra la persecución policial y discriminación. Se avanzó mucho en pos de reclamar por una mayor igualdad y se lograron las leyes de Identidad de Género y Matrimonio Igualitario, que son de vanguardia en todo el mundo”, comenta Pablo Vasco, directivo de la Federación Argentina LGBT, que menciona que hoy, además, se celebra el día oficial del orgullo y visibilidad de la comunidad. 

«En la marcha del 92 éramos 200 personas con máscaras, pidiendo permiso en una actitud más bien defensiva, contra la persecución policial y discriminación. Se avanzó mucho en pos de reclamar por una mayor igualdad y se lograron las leyes de Identidad de Género y Matrimonio Igualitario, que son de vanguardia en todo el mundo».


Pablo Vasco

No solo se festeja por lo conseguido, sino que se promueve la lucha por lo que falta: entre varios otros reclamos, por una Ley de Educación Sexual Integral con perspectiva de género, por el respeto a las diversidades corporales y elecciones no binarias, por un país sin violencia institucional ni religiosa y, particularmente, sin crímenes de odio. 

 

En un día multitudinario con perfume a lucha y fiesta, la pluralidad y la libertad trascendieron los géneros e individualidades.