Trabestia

En un sábado lluvioso en Buenos Aires, se empieza a formar una larga fila de montadxs en la puerta de la Av. Córdoba al 5500 donde quedan por fuera los preconceptos heteronormativos. Esperan chicas vestidas de reinas de corazones, otrxs con glitter y plumas; bailarines con máscaras BDSM y arneses y mucho, mucho maquillaje. Hace ya tres años que la fiesta TraBestia invita a la fantasía, la liberación tanto sexual como espiritual, en un espacio donde convergen los cuerpos disidentes con la música electrónica y las performances de artistas transformistas. 

De la posibilidad de construir aquella fantasía de lo que se quiere ser, la libertad y el goce de lo particular, el artista drag Matías Madala -más conocidx como Le Brujx- junto a Javier Santa María -o La Santa María- decidieron crear un espacio donde se desprenden las etiquetas de género binarias para conjugar un nuevo erotismo y donde más de quinientas personas se sumergen en el trance del deseo, el baile y desborda la sensualidad.  

“La TraBestia nació como una necesidad de encontrar un lugar de pertenencia para toda la cultura drag de Buenos Aires, que empezó a expandirse, a la vez que la sociedad empezó a cuestionar el género -dice su creadorx, y agrega-. Acá nos juntamos todas las bestias, nos draggeamos y nos conocemos entre todes”.

A sus fundadorxs se le sumó un elenco que en un principio fueron fans. La femme queen Asia Argenta, que contagia poptimismo con un show naif, bailarinas y trajes intergalácticos y Lest Skeleton, de casi dos metros y enfundadx en vinilo negro, que vuelve todo más oscuro con su personificación de Marilyn Manson, en clave bondage y dominatrix. Su caminar por el escenario hipnotiza al público, donde se siente la desfachatez de sus protagonistas y la valentía de los más de quinientos asistentes en mostrarse tal cual son, desafiando las normas sociales. 

Vas a encontrar fantasía pura: agite, baile, glamour, ilusión y muchas criaturas mágicas. Nunca puede faltar una drag en una disco.