Salón 1923

En la célebre Avenida de Mayo se encuentra el suntuoso Palacio Barolo, diseñado por Mario Palanti y encargado por Luis Barolo. Esta obra arquitectónica se inspira en la figura de Dante Alighieri y en su poema La Divina Comedia. Sus tres cánticos se expresan en la estructura edilicia dividida en Infierno, Purgatorio y Paraíso, donde se eleva el faro como representación de la luz divina, la presencia misma de Dios.

Miqueas y Tomás Thärigen, bisnietos de uno de los inquilinos pioneros del establecimiento fueron los artífices detrás de los tours guiados por los enigmas y misterios del palacio. Recientemente, inauguraron el Salón 1923 en la sección del paraíso, haciendo referencia a la fecha originaria de inicio de actividad de esta legendaria obra.

“Una vez que se finaliza el recorrido del Tour del Barolo, se accede al bar a tomar una limonada en verano o un café en invierno”, comenta el encargado Ignacio Issazadeh. 

No obstante, no es necesario hacer el tour para poder ingresar al recinto. Los invitados pueden asistir adquiriendo una entrada en planta baja que se bonifica con la compra de una consumición. Desde la terraza se puede observar una vista envolvente de la ciudad. Por un lado, el Congreso y por el otro, el Río de la Plata, el estuario de Buenos Aires.

La carta sigue una línea más bien italiana, su coctelería retoma tragos de autor inspirados en los albores del siglo previo. 

“Todas las semanas hay conciertos de jazz, piano, shows musicales de tango y por las mañanas de sábado suena el violonchelo en la terraza”, concluye Ignacio.

El salón abre sus puertas de lunes a sábado en sus expresiones de desayuno, almuerzo, té y cena.

Durante la noche se ofrecen las recorridas denominadas Extraordinary Nights donde deslumbran las alegorías de la obra de Alighieri y se finaliza en la cúpula con una copa de vino.