Por Esto Salgo

Calypso



Una Casa Bar donde nada ni nadie es lo que parece. La diversión, los juegos y la excentricidad son los principales ingredientes.

 


En el corazón de San Telmo se encuentra Calypso, una casona antigua de 1890 devenida en un bar poco convencional. La infraestructura estaba abandonada e inundada, pero el entusiasmo de cuatro amigos la convirtió en lo que es hoy, un sitio sin igual.

Calypso no es un típico bar gastronómico, es una propuesta superadora resultado de la unión de cuatro profesionales tan diversos como interesantes. Entre ellos se encuentra un productor, un diseñador, un editor (ex librero), un tarotista y un músico.







“La crisis y el aburrimiento nos hizo crear este espacio de diversión”, nos cuenta Luciano, uno de sus dueños, quien tiene como propósito que la gente se sienta como en su casa. 

Cada espacio fue creado por donaciones de amigos y familia. Una construcción definitivamente colectiva. 

 

En Calypso se pueden encontrar mesas antiguas (pertenecientes a las abuelas de los dueños), heladeras que llevaron los dueños de sus propias casas, libros, fotos, vinilos y hasta un minicomponente para poder reproducir cds en el baño, entre otros.

«Somos el bar del futurismo vintage. Místico, lúdico e irreverente».


Luciano Coronato

“Es una mélange de cosas, pero todo tiene su propia historia”, añade Luciano.

 

Cada espacio invita a experimentar. Desde una cocina al público donde se puede charlar y conocer al chef, mientras te ofrecen una cerveza desde el salón contiguo, hasta un cuarto donde uno puede relajarse y charlar con los amigos en la comodidad de una cama. Todos los espacios son compartidos y la sinergia entre sus diversos ambientes, sus comensales y el mood de cada persona, genera una experiencia diferente para cada vez que se asiste.

No olvides sacarte una foto en la bañera más famosa de San Telmo.