Por Esto Salgo

La Noche de las Disquerías



En tiempos de digitalización, el valor de tener un buen disco no queda en el olvido. Más de 40.000 personas recorrieron las disquerías de la ciudad y disfrutaron de una experiencia vintage y encantadora.

 


Si hay algo podemos afirmar sobre Buenos Aires es que el amor por la música siempre ha atravesado a cada uno de sus transeúntes en todas sus décadas. Por esta razón, el jueves 7 de noviembre, las disquerías se convirtieron en las protagonistas y tuvieron su propia noche con entrada libre y gratuita en distintos puntos de la ciudad.

En su décima primera edición, el evento organizado por CAPIF (la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas) convocó a amantes de la música que pudieron disfrutar de lanzamientos exclusivos, promociones, exposiciones y conciertos íntimos en las tiendas adheridas al evento.







Esta iniciativa, que contó con el apoyo del Gobierno de la Ciudad, fue una invitación masiva para revivir el ritual de acercarse a una disquería, conversar con un experto y escuchar sus sugerencias, observar las piezas musicales, y llevarse en un soporte físico la materialización de cada obra con su arte gráfico. Un hábito que decreció en los últimos años con la inminencia de las plataformas de música en streaming.

 

“Las disquerías son un lugar en donde te encontrás con tu verdadera religión. Son una manera de comulgar con lo que más amás y no podés tocar. La música rige la vida de muchas personas”, afirma Paco Gallardo, dueño de Exiles Records, apasionado y melómano.

 

«Las disquerías son espacios en donde comulgás con lo que más amás».


Paco Gallardo

El evento, al igual que en la edición del año pasado, se realizó en simultáneo en distintos puntos del país, entre ellos: Rosario, Córdoba, Tierra del Fuego y Entre Ríos. Asimismo, contó con la presencia de artistas reconocidos como Bahiano, Roque Narvaja y Willy Crook, entre otros.

 

Las disquerías se resignifican y funcionan como un punto de encuentro cultural. Artistas, conocedores y fanáticos se reúnen para celebrar el valor de atesorar un buen disco.